martes, 30 de agosto de 2011

UNA NUEVA TENDENCIA: DIGITALIZAR LA BIBLIOTECA PERSONAL

La salida de los libros electrónicos no supone únicamente la aparición de un nuevo mercado editorial. En Japón se está imponiendo el hábito de digitalizar la biblioteca doméstica. Esta práctica ya tiene nombre: jisui (cocinar tu propia comida) y está empujando tanto la venta de humildes cutters como la de escáneres de última generación que permiten digitalizar en un único proceso las dos páginas de una misma hoja.
El problema es que algunas soluciones para digitalizar los libros destroza el original en papel. Sin embargo, ya hay fórmulas para salvaguardar la integridad del original.
No es de extrañar que sea un profesor japonés, Masatoshi Ishikawa, de la Universidad de Tokio, quien haya diseñado un artilugio para escanear un libro en apenas un minuto. Según Gizmodo, "la lente es capaz de captar 500 imágenes por segundo a una resolución de 1280×1024 píxeles, un segundo sistema proporciona iluminación suficiente como para captar las letras y los dibujos presentes en la página, al mismo tiempo un láser proyecta unas líneas que sirven para establecer cuáles serían los renglones-patrón que seguirían los párrafos y finalmente un ordenador reconstruye tridimensionalmente la página". El problema, por ahora, es la gran dimensión de la máquina. En Internet ya ha nacido una comunidad de personas que han creado sus propias soluciones para escanear libros sin maltratarlos.

sábado, 13 de agosto de 2011

La UBA investiga libros raros, olvidados y curiosos

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) fundó la "Colección de libros raros, olvidados y curiosos", una saga de títulos elegidos a partir de los tesoros literarios que pueblan los estantes de su biblioteca y de los cuales está haciendo nuevas ediciones.
La idea surgió en 1995 cuando el entonces decano, Luis Yanes, tomó la determinación de mudar la valiosísima biblioteca de 250.000 volúmenes de la Facultad, ubicada en Independencia al 3000, a la actual sede de la casa de estudios, en Puan 480.
La mudanza de los libros permitió volver a clasificarlos y en muchos casos incluso a descubrirlos. De esta manera están logrando vigencia obras importantes de la historiografía y de la literatura de los siglos XVI a XVIII, entre otras.
La colección se inició con la investigación y posterior publicación de "Viaje por el Atlántico en el siglo XVI", de Anthony Knivet, que llegó a Río de Janeiro en 1592 como prisionero inglés de la expedición de Thomas Cavendish, cuando éste intentaba repetir su hazaña de circunnavegación al globo terrestre tres años antes.
En su relato describe los apremios que vivió debido al hambre, la gangrena y otras pestes padecidas cuando fue prisionero de guerra en un país apenas civilizado, poblado de caníbales, como lo era Brasil en ese entonces.
El segundo de los títulos editados fue el "Tratado de las supersticiones y hechicerías", de fray Martín de Castañega, editado por primera vez en Logroño, en 1529, por petición del obispo de Calahorra, don Alonso de Castilla.
Al encargar un manual de reprobación de supersticiones, el prelado pretendía que su lectura se difundiera entre todo el clero de su diócesis.

La Inglaterra isabelina

"Descripción de la Inglaterra isabelina", editada por primera vez en 1577, fue el tercer trabajo que encaró el grupo de trabajo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, integrado por profesores, alumnos becados y graduados que van rotando cada vez que se decide editar un título.
Es un trabajo muy famoso que resulta de un informe realizado por intelectuales, historiadores, clérigos, miembros del Parlamento y poetas menores de principios del siglo XVI sobre las sociedades, industrias, comercios, comportamiento de los mercados, entre otros temas sociológicos.
"Es llamativo que en el análisis no aparezca el concepto de Providencia, típico de esa época", expresó el profesor José Emilio Burucúa.
Advirtió, también, la capacidad analítica mantenida en la obra, ya que no se habla de los grandes hombres sino de la gente común, su alimentación y tipo de vida. "Hicieron lo que la ciencia realizó 200 años después", señaló Burucúa.

El teatro cómico italiano

En cuarto lugar, los incansables investigadores de la UBA editaron "La Cassaria", de Ludovico Ariosto, la primera obra de teatro cómico italiano.
Propone una trama complicada: un baúl lleno de objetos preciosos es introducido en la casa de un proxeneta como prenda de rescate de dos jóvenes; a partir de allí, un ir y venir de situaciones tragicómicas caracteriza a la obra.
Y, por último, se editó "Heptaplus", de Giovanni Pico della Mirandola. Es un comentario dedicado a Lorenzo dei Medici, articulado de manera septiforme -es decir, en siete exposiciones de siete capítulos cada una-, sobre los seis días del Génesis.
"Este filósofo del Renacimiento, que entendía que el saber humano era una empresa colectiva y acumulativa, con "Heptaplus" realizó una descripción, una cronología y una teoría del conocimiento con una coherencia que permite reunir a Homero con los padres de la Iglesia", explicó Burucúa, quien propone participar por medio de la lectura de esta exquisita colección de libros raros, olvidados y curiosos.

Iniciativa

"La investigación literaria que los profesores, graduados y alumnos realizan para editar la "Colección de libros raros, olvidados y curiosos" es un buen ejemplo que destaca el nivel académico de la Universidad de Buenos Aires. No dejemos que esta iniciativa se diluya por falta de presupuesto", señaló José Emilio Burucúa. .
Dolores Etchevehere